El fuego del interior-cap. 01-

Era un día soleado, de mucho calor pero igual la fiesta seguía. El conde balance presentaba en sociedad a su hija may. Las mujeres se refugiaban bajo sus enormes sombrillas del intenso sol. Aunque una de ellas no llevaba ni siquiera una sombrilla para refugiarse del calor de media tarde. Su vestido era sencillo, de color rojo intenso como sus cabellos que caían glacialmente por su espalda hasta llegar hasta su pequeña cintura, el escote no muy pronunciado no podía tapar los atributos que dios le había dado, ella no sobrepasaba los 20 años.
-es hermosa ¿no?-pregunte un hombre, su cabello estaba totalmente blanco, pero su ancha espalda y su porte notaban claramente que en su juventud era un hombre muy agraciado.
-no entiendo padre-le contesto un joven. La similitud que tenia con ese hombre, notaban claramente que eran familia.
-se nota a leguas que estas observando a la señorita waterflower. Temo recordarte que ella todavía no ha sido desposada y no puede ser una mas de tus conquistas-
-eso ya lo se, pero hay algo en ella que me…- se corto rápidamente sabiendo que no podría decir de lo que pensaba de aquella muchacha, si su padre supiera que el la consideraba mas que un premio, el la quería para algo mas pero no sabia para que.
-además de ser hermosa tiene un carácter feroz que asustaría hasta el mismo rey, he escuchado que te odia-
-no se porque no le echo nada-
-en serio y no te cuerdas de ese infortunio que tuvieron-
-les esta prohibido a las mujeres presenciar una pelea de boxeo, además de que es de la alta sociedad y tiene que comportarse como una dama-
-creo que claramente ella no quiere ser una dama y menos desposada…debe ser un terrible dolor de cabeza para el padre-
-eso es lo que me preocupa-
-no entiendo, ash… a veces hablas en acertijo-
-no hay nada que entender ahora si me disculpas padre voy a tratar de averiguar por la señorita misty me odia-
-te deseo suerte hijo-
Ash le sonrió como diciéndole que se quedara tranquilo que nada malo iba a pasar. Con paso seguro avanzo hacia ella. Ese día estaba más hermosa que nunca. Y ese día no se iba a volver a escapar.